martes, 22 de julio de 2008

AVISO: ¡SE BUSCA PLANETA!


Es un hecho categórico que el efecto invernadero producido por el Calentamiento Global está empezando a destruir la vida natural del planeta. Pero si esto no ocurriera ¿tendríamos asegurado nuestro hogar cósmico eternamente?. La respuesta es no.

Como ya sabemos, la vida de nuestro planeta se sustenta básicamente gracias a la existencia de nuestra estrella, El Sol, el cual nos entrega a diario la energía suficiente para producir los procesos de temperatura óptimos que permiten el normal desarrollo de la vida en La Tierra. Lo que sí se nos olvida es que nuestro magnánimo Sol es una estrella, común y corriente, ni siquiera superior a sus pares, si no que solo una más del monton, que hace juego a las cerca de 200 mil millones de estrellas que alberga solo nuestra Vía Láctea...ni hablar del Universo.

Como toda estrella, nuestro Sol, tiene su propio proceso evolutivo, es decir, nace de la condensación de gases, se desarrolla hasta alcanzar su nivel estelar óptimo y al momento de comenzar a envejecer, comienza a consumir sus últimos recursos de hidrógeno y los comienza a convertir en helio, tras lo cual su futuro comienza a tomar un nuevo rumbo, el cual dependerá de su tamaño y densidad, pudiendo convertirse desde una simple Enana Marrón hasta poder llegar a ser un gigantesco agujero negro, en los casos de las estrellas super masivas.

Según cálculos científicos, nuestra estrella tiene una estimación de vida que llega a los 5 mil millones de años, tras lo cual comenzará su enfriamiento total, lo que evidentemente llevará a nuestro planeta a un congelamiento global y por ende, la extinción de toda forma de vida. Pero aún queda algo de tiempo, no se apuren.

Por otro lado, nuestro satélite natural, La luna, esa compañera fiel y confidente de tantas jornadas románticas, también busca arrancarse de nuestro Calentamiento Global. Se ha podido establecer que La Luna se aleja de La Tierra cada año, con una estimación de un par de centímetros anuales, lo cuál en un tiempo indeterminado tendría a nuestro querido satélite natural alejándose definitivamente de nuestro planeta, acabando con la armonía gravitacional que se creó en tre los dos cuerpos al girar uno en torno al otro, lo que llevaría a La Tierra a un caos en su sistema horario y estacional.

Si no somos nosotros será la naturaleza. De todas maneras, en un futuro lejano a nivel terrícola, pero cercano a nivel astronómico, tendremos que comprar el periódico intergaláctico, ir a la página de avisos clasificados y buscar un planeta bonito, caluroso y barato que se alquile. Quizás nuestros antepasados ya lo hicieron antes.