viernes, 16 de mayo de 2008

ACEPTANDO LA VIDA EXTRATERRESTRE


El Astrónomo del Vaticano, el jesuita argentino José Gabriel Funes, acaba de dejar abierta la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre, creencia que no iría en desmedro de la fe en Dios. Por el contrario, señaló que no se podía limitar la capacidad creativa del Padre, por lo que la posibilidad de que haya creado otros mundos habitados está latente en el mundo del clérigo.
Desde un punto de vista astronómico, resulta casi imposible imaginar que nuestro planeta pudiera ser el único mundo habitado en medio de este interminable Universo . La verdad es que nuestro raciocinio no alcanza a comprender el vasto tamaño de nuestro hogar universal, ni menos imaginar sus confines y lo que se podría encontrar en ellos; no somos más que un grano de arena en este inmenso mar.
Incluso existe la remota posibilidad de que seamos los únicos seres con vida del Universo, lo que se derivaría de una casualidad realmente sorprendente.
Cada día se encuentran nuevos exoplanetas (planetas hallados que están fuera de nuestro Sistema Solar), lo más probable es que existan muchos de éstos con algún tipo de vida, ni siquiera necesariamente igual a la nuestra, aunque también puede haber algún tipo de inteligencia con la cuál podríamos llegar a comunicarnos y a la vez enseñarles o aprender de ellos. Sería parte de un proceso natural del Cosmos, nada de ciencia ficción, solo naturaleza, como nuestra propia existencia.
Las imágenes captadas en el espacio por astronautas, en la cuál se ven objetos voladores cuya identificación escapan a los conocimientos técnicos de un profesional avezado como el propio astronauta, no son más que el indicio de que realmente algo ocurre allá afuera. Otra cosa es tener la valentía de aceptarlo y reconocerlo abiertamente.
Matemáticamente es posible, científicamente es viable, la filosofía nos permite aceptar la idea y ahora la religión y la fe nos dicen que los hermanos galácticos debieran ser una realidad. No hablamos de ideas sectarias platillistas ni de la necesidad de creer en algo superior, solo hablamos de comenzar a aceptar la idea de que no somos una exclusividad en este Universo y que mas temprano que tarde alguna nueva e inmensa realidad cambiará el rumbo de nuestra historia.